Otro blog cualquiera

jueves, noviembre 09, 2006



El Amigo Informático

Llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza con este tema. Ser informático es una jodienda. Te limita muchísimo socialmente. Cuando te presentan en un grupo intento evitar hablar de trabajo. Incluso en una ocasión llegué a mentir diciendo que era auxiliar administrativo.
Pero es que cuando dices que eres informático, parece que se eclipsa tu personalidad y lo único que prevalece es tu profesión. Es algo así como sacar los Donetes. De repente, un montón de gente se interesa por ti, o mejor dicho, por lo que sabes. Generalmente, en ese momento la conversación se convierte en un concurso de preguntas y respuestas. Cualquier intento de cambiar de tema es inviable. Encima, no te quejes, porque nos pasamos la noche hablando de informática, que es lo que tanto te gusta (snif).

Creo que la denominación "amigo informático" no es la correcta, debería ser "primo informático" porque eso es exactamente lo que eres: un soberano primo. Cuando entras en el juego de arreglar ordenadores gratuitamente a gente que conoces de una noche o al pariente del cuñado de un amigo, la has cagado. Te acabas de enmarronar tu solo, prepárate a pasarte seis horas de visita en casa de un extraño, que te convida a Cocacola y manices y se va a ver la tele mientras tu te peleas con su ordenador. Olvídate de llegar más lejos en la relación con esa persona, te acabas de convertir en su "primo informático", ese que esta ahí para cualquier problema de cualquier aparato que tenga cable o funcione a pilas, a cualquier hora del día, 365 días al año.

La solución a este problema, la encontré de la mano de otro amigo informático, harto de que le tomasen el pelo. Basta con comenzar las respuestas a las averias con el precio de lo que costaría la reparación. Ejemplo:

Jeta de turno: Tengo un problema con el emule, que me va muy lento.
Amigo informático: Eso tiene fácil solución, se arregla con 60 euros. Hay que configurar el router.....
Si además, quieres quedar bien, puedes añadir "por ser para ti, te lo dejo en 60 euros".

No estoy diciendo con esto que se acabó trabajar gratis para los amigos, a un amigo de verdad no se le puede cobrar, pero la diferencia está ahí, entre los amigos de verdad y los amigos de tu profesión. Distinguirlos es fácil, los primeros te llaman para otras cosas, como salir de marcha, celebrar fiestas o simplementa para saber de tí y de cómo te va. Los segundos, solo te llaman cuando se enciende una luz roja, la impresora no imprime o la grabadora deja de funcionar.

Para terminar, un video que circula hace tiempo por internet.